Cuenta de cobro para precandidatos a la Alcaldía de Medellín
Ad portas de una nueva temporada electoral se invierten los roles: los políticos son amistosos, buscan a los medios y venden la idea de hacer un trabajo por la gente (empiezan a rodar las bolsas de dinero). El único problema es cuando ya tienen antecedentes que dan cuenta de sus decisiones o mentiras piadosas que jugaron en contra de los intereses colectivos, y claro está, no creemos que ninguno de ellos se salva.
Para comenzar, el precandidato, Jesús Aníbal Echeverry, hace un año acompañó la socialización del sector de La Paralela donde fue a decir que no había que reclamar nada porque se sabía que la administración iba a cumplir e iba a entregar llave por llave, o en su defecto, reasentamiento en sitio para quienes salieran del lugar por la obra del Metrocable El Picacho. Un año después las familias están en ascuas: no les dan ni la mitad de lo que valen sus viviendas, hay un acoso psicológico de ISVIMED para que desocupen las casas y aparecieron algunos actores armados a vigilar el sector.
El precandidato, César Hernández (Fajardista), quien dirigió el Departamento Administrativo de Planeación en la Alcaldía de Medellín, le mintió a este medio alternativo de comunicación sobre la afectación de las viviendas en La América (comuna 12), sobre la realidad de la construcción del Ecoparque Ana Díaz en el barrio Los Pinos, manifestando que no habría lugar a tal obra, sin embargo, en un derecho de petición reciente que nos contestó la entidad queda claro que sí, entonces si así es manejando Planeación cómo será de alcalde…
Planeación mintió sobre la construcción del Ecoparque Ana Díaz
Planeación miente, improvisa y afecta el patrimonio de La América
Asimismo ocurrió con Luis Bernardo Vélez, quien prometió en La Iguaná una solución de vivienda para la Comunidad de los Ranchitos ¿qué pasó luego? Tras llegar la secretaría de Inclusión social con la actual administración, los desalojó y no les prestó atención sin la más mínima consideración, así que del concejal que luchaba por la discapacidad ya no queda nada.
Por el lado de Aníbal Gaviria (Liberal), de quien se presume que busca el aval del Cento Democrático, recordamos elefantes blancos que le dejó a la ciudad como Parques del Río (obra faraónica e innecesaria que no solucionó en nada la movilidad), el polémico acuerdo 300 que le dio facultades para crear más burocracia en la Administración Municipal y las mismas decisiones arbitrarias que incidieron en desalojos y afectaciones a las viviendas de los ciudadanos, e incluso, la astucia de dejarnos con el slogan de la más innovadora ¿en desigualdad será?
Sería insólito que volviéramos a elegir a la continuidad del actual alcalde, Federico Gutiérrez, que aún no se sabe quien es, pero que ya hemos registrado y documentado los retrocesos que dio en todos los ámbitos, incluso, en todo lo que prometió en campaña: inversión social con seguridad (ni lo uno ni lo otro), acoso a la oposición y lo más complejo es los presuntos nexos de su secretario de seguridad con los combos.
Ni Centro Democrático, ni el Polo Democrático (vimos lo que pasó con Jorge Gómez apoyando a Fajardo, cuando era quien más lo cuestionaba como diputado), ni el Partido Liberal, ni los conservadores, ni los verdes consideramos que nos representen. Necesitamos control social por parte de los mismos ciudadanos/as.
Ahora, no tenemos ningún candidato y no somos optimistas con el destino de la ciudad en lo público. Medelín, ciudad que es capaz de albergar la amabilidad de su gente, de encontrar lugares o sitios que incita a recorrerlos y que políticamente sus habitantes siguen alienados mediante una violencia cultural, estructural y directa para el beneficio de unos cuantos ¡Haber si alguna vez los quemamos, como ellos siempre lo suelen hacer con sus decisiones!
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