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Diez casos para entender el turbio proceder del periódico El Colombiano
Fecha: 24/10/2023
Por: Andrés Ríos
El periódico con más de 110 años de tradición, de origen Conservador, tiene en su espaldar varias deposiciones (para decirlo de manera elegante, como les gusta a ellos), como han desinformado a la opinión pública antioqueña: apoyando dictaduras militares como la de Franco, no pagarle la seguridad social a sus trabajadores, operar a favor de sus candidatos en elecciones, amedrentar a sus propios periodistas por intentar develar casos de restitución de tierras en Urabá donde estaban implicados sus accionistas, las columnas de Raúl Tamayo apoyando abiertamente el paramilitarismo, manejar las agendas institucionales como Antioquia la Mejor Esquina de América y ahora la agenda 2040 donde magnifican las obras de infraestructura, pero tapan las irregularidades que cometen contra la población civil.
Por tal motivo, podemos evidenciar como un medio de comunicación puede influir negativamente en la ciudadanía solo cultivando intereses netamente económicos a favor del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), aunque la directora Luz María Sierra, haya mentido en una entrevista a la Revista Cambio, asegurando que no pertenecía a este grupo económico, aunque casualmente Manuel Santiago Mejía, sea el socio estratégico y la cara visible del GEA que haya adquirido sus acciones.
- 1 y 2) El columnista Pértinax le da el visto bueno a Hitler y una editorial de El Colombiano apoya la dictadura de Franco en España
En el libro: “Entre el temor y la simpatía. La segunda guerra mundial vista desde la prensa colombiana”, realizado por el periodista y profesor Wilmar Vera, dan cuenta en las páginas 57 y 58 sobre el respaldo del columnista Pértinax a Hitler; y en las páginas 67 y 68 el diario respalda la dictadura española de Franco.
Pértinax como columnista de El Colombiano aseguraba que Hitler tenía lo que tenían los grandes hombres (…) e incluso lo llamó como el mejor valor humano de la época por tener una misión histórica, hasta de apóstol y mártir lo nombró. A alguien que dejó más de diez millones de víctimas solo por causas políticas o raciales, ¿si ese es el redentor para el columnista Pértinax, entonces cómo sería el que tenga traje de victimario?
Referencia: http://centros1.pntic.mec.es/ies.maria.moliner3/guerra/consecu.htm
El 18 de mayo de 1939, en la editorial del periódico El Colombiano, titulada como: “La supremacía de lo espiritual”, anunciaban que defendían un totalitarismo, pero que fuera teocéntrico y cristiano, mencionando que nuestro caso era similar al de España y que había que ir en contra del partido Liberal que promovía principios anticristianos y amorales.
Las consecuencias de la guerra civil en España y la dictadura del dictador Francisco Franco, dan cuenta en un cementerio civil a las víctimas en este país donde hay más de 33 mil víctimas, además de la violencia estructural como los años del hambre, la pérdida de infraestructura de viviendas e industria, la represión, el exilio de artistas e intelectuales y más de 500 mil muertos.
3) El Colombiano impulsando la Mejor Esquina de América
El proyecto Antioquia la Mejor Esquina de América o Antioquia siglo XXl proyectado por políticos y empresarios, dentro la de que se encontraban entidades como Proantioquia, Alcaldía de Medellín, Gobernación de Antioquia, Asamblea, Concejo de Medellín y el periódico EL Colombiano que dejó un saldo de extractivismo con Hidroituango en el norte porque la energía es para exportar a México y microcentrales en el oriente antioqueño, obras de infraestructura, 800 proyectos mineros a favor de la Anglo Gold Ashanti, los proyectos de puertos donde ha habido desplazamiento de reclamantes de tierras en Urabá y en donde no han quedado reflejados los intereses de la población civil.
“Los Planes Estratégicos para la proyección económica del departamento estructurados desde 1995 son respuesta a los intereses del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) – también conocido como el Sindicato Antioqueño- que para 1997 contaba con un poco más de 700 empresas articuladas en diversos negocios. Actualmente hacen parte del grupo conglomerados económicos, algunos de ellos multilatinos, como el grupo Argos, el grupo Sura, o el grupo Nutresa, así como Bancolombia. Sus negocios van desde la producción y comercialización de alimentos, pasando por el control del sistema financiero, comercialización del cemento, obras de infraestructura, manejo de los seguros y los medios de comunicación, empresas de salud, entre otras, y controlan cerca del 54% de las acciones en la bolsa de valores. (…) El GEA se propuso, desde la década de los ochenta, expandirse internacionalmente a partir del desarrollo de negocios estratégicos como la explotación y comercialización de los recursos naturales”, tomado de Panorama de Derechos Humanos de la Revista Noche Y Niebla, edición N – 59.
Asimismo, en 1998, el caso de Parqueadero Padilla dio cuenta que empresas cercanas al GEA como Conavi (ahora Bancolombia) y Granahorrar (ahora BBVA de Sarmiento Ángulo o Avariento Estrangulo) financiaron a las ACCU (Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá) por medio de empresas como Cadenalco o EL LEY (ahora Éxito que pasó a capital extranjero), Comfenalco, Leonisa, Coltejer, Codensa, Empresas Varias de Medellín, Lander y cia., Miro Seguridad Ltda., Pinturas El Cóndor, Almacén Tennis, Transportes Botero Soto, Servicentro ESSO Las Vegas; sobre lo cual el periódico El Colombiano no investigó tan arduamente como lo hace con quienes no converge ideológicamente, por eso nos preguntamos en un departamento que alberga la mayor cantidad de población víctima del conflicto armado con alrededor de dos millones de personas: ¿DÓNDE ESTÁ EL ARCHIVO DE LO QUE NO SE HA PUBLICADO?
Referencia: https://www.nocheyniebla.org/wp-content/uploads/2019/11/NOCHE-Y-NIEBLA-59-completa-internet.pdf
4) Voceadores del periódico El Colombiano: al sol, al agua y sin seguridad social
“Nosotros somos voceadores: ninguno de nosotros tenemos seguridad social por parte de El Colombiano. Cuando uno entra le dicen que no hay derecho a prestaciones ni seguridad social”, aseguró esta mujer.
Es una cadena distributiva de la que se benefician todos los eslabones, menos los voceadores que madrugan cada mañana para repartir y vender la prensa a la comunidad antioqueña. Son quienes están dando la cara al público con la marca de ellos, tolerando los inconvenientes que puedan surgir cuando se trabaja en servicio al cliente, incluso, aguantando insultos o exponiéndose al tema de inseguridad en pleno centro de Medellín. Conocer desde el ladrón, el proxeneta, el sicario, así como la cara más amable, trabajadora o emprendedora de la ciudad.
“Hay muchas familias con madres cabezas de hogar que viven de vender la prensa, son gente muy humilde de barrios altos, por ser conformistas y por temor no reclaman sus derechos. Uno debe ser conformista, pero tampoco aguantarse las injusticias. Nadie se reúne, nadie dice nada. Si yo hablo, nadie habla, así de sencillo. Con El Colombiano todo es de palabra, sin contrato y sin prestaciones. Yo me enfermo y voy al seguro que pago por mi cuenta, pero hay muchos que no tienen seguro”, afirmó un voceador con el que dialogamos.
Quedando en el aire las siguientes preguntas: ¿Por qué no les pagan la seguridad social a estos trabajadores con todas las líneas de negocios que tiene esta empresa? ¿Son dos mil o mil voceadores sin seguridad social en el Valle de Aburrá, como dicen estos trabajadores? Si su misión habla de tener un enfoque humanista y proteger los derechos fundamentales, ¿por qué una empresa que lleva más de cien años en el mercado no les cumple a sus propios trabajadores?
5) Apología al paramilitarismo por “don” Raúl Tamayo
En 2003, el columnista del periódico El Colombiano, quien solía criticar indígenas, mujeres y cualquier tipo de comunidades que no estuviesen con su ideología, hizo una apología al paramilitarismo en su columna: “¿Defensores de quién?”.
Su argumento era que quienes se encontraban inconformes con el acuerdo de Justicia y Paz, que posteriormente dio cuenta de falsas desmovilizaciones en todo el departamento de Antioquia, era porque estaban en contravía de los intereses escudándose en críticas, pero supuestamente protegían a la guerrilla y aducía en sus opiniones que las AUC estaban cumpliendo su deber de proteger a la patria. Por esa razón, los líderes de las autodefensas Ramón Isaza, Salvatore Mancuso, Carlos Castaño, entre otros líderes eran más útiles trabajando de lado del gobierno, que en ese entonces era el de Álvaro Uribe.
6) ¿Editorializando a favor de un bando del conflicto en la comuna 13?
En el texto: “Comuna 13: crónica de una guerra urbana”, escrito por el periodista Ricardo Aricapa, en el cual se hace un compendio de algunas notas de prensa y editoriales elaboradas por el diario antioqueño, dan cuenta de cómo el periódico toma postura en las editoriales que realiza a favor de un bando del conflicto y no intenta hacer equilibrio de fuentes o de testimonios, teniendo en cuenta que hubo varios actores armados en contienda, omitiendo la responsabilidad de los paramilitares y solo responsabilizando a las milicias urbanas. Página 101:
7) Operaciones en campaña y corrupción con el gobierno
El Colombiano en temporada electoral se encarga de desprestigiar y sacar a la luz los trapos sucios de los candidatos contrarios a los intereses de los dueños del periódico, es decir del GEA, pero se encarga de tapar o cubrir lo que hace su candidato preferente como ocurre en la actualidad.
Si bien Quintero tiene que responder por varios casos donde hay posibles casos de corrupción (hasta publicamos una nota que se llama: “Las 40 embarradas de Daniel Quintero”), la Alcaldía de Federico Gutiérrez tampoco fue ajena a este tipo de hechos como en el sector de Cultura, pero jamás el diario antioqueño tiene una postura autocrítica, ni de la más mínima introspección, con el objetivo de beneficiar y de operar a favor del candidato de su gusto.
Germán Jiménez anteriormente era el encargado de investigar los candidatos, como ocurrió en 2015 contra Alonso Salazar, Gabriel Jaime Rico, pero no hubo una sola línea sobre Juan Carlos Vélez o Fico Gutiérrez que representaban al uribismo.
La muestra clara es cómo informó el diario antioqueño sobre el caso de Agro Ingreso Seguro con una tendencia gobiernista, omitiendo el nombre de dos funcionarios del gobierno Uribe que se beneficiaron de los créditos que eran para los campesinos, pero que muy bien se apropiaron funcionarios cercanos a la Presidencia de ese entonces. Así como quedó en flagrancia los intereses de la exdirectora de El Colombiano, Ana Mercedes Gómez, al ser beneficiaria de los subsidios de Agro Ingreso Seguro y sobre lo cual el periódico ocultó, tapó y disimuló lo ocurrido, porque plata mata ideal.
Por último, el actual gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, lo despidieron con una nota de prensa como el alcalde que pasó a la historia por aportarle a la infraestructura en la ciudad, mientras que no reportaron el robo de Une – Millicom, las fotomultas, la afectación del Plan de Ordenamiento Territorial a sus habitantes, ni cada uno los traspiés que dejó su administración.
8) Accionistas de El Colombiano amedrentan a sus propios periodistas
En el año 2015, dos periodistas del periódico El Colombiano se vieron obligados a renunciar a este diario, tras recibir presión de los accionistas Hernández De La Cuesta para que no divulgaran información sobre un caso de restitución de tierras donde ellos tenían intereses como predios, en el Urabá antioqueño, así como posteriormente recibieron amenazas de muerte y la Fundación para la Libertad de Prensa se tuvo que reservar el nombre de quienes investigaban los hechos.
“La familia Hernández de la Cuesta es propietaria de la hacienda Flor del Monte, ubicada en Blanquicet, vereda de Turbo, y cuenta con 736 hectáreas de extensión, todas ellas englobadas en la década de los 90, después de ser propiedad de varios campesinos a quienes el INCORA les adjudicó los predios, sin embargo todos los contratos de Compraventa está firmados por Raúl Mora Pérez o su padre, Raúl Mora Abad”, advierte Contagio Radio.
Asimismo, la Revista Alternativa denunció en los 70 como desde el periódico El Colombiano se pedía la militarización del Urabá y casualmente accionistas del periódico, como la clase dirigente antioqueña se vio beneficiada con el desplazamiento forzado donde hicieron negocios con las tierras de los campesinos.
9) La mentira piadosa de la directora, Luz María Sierra, sobre los propietarios del periódico que obedecen a los intereses del GEA
Al preguntarle a la directora del periódico El Colombiano, Luz María Sierra, en una entrevista de la Revista Cambio, sobre si el GEA es dueño del periódico El Colombiano, respondió que es una mentira decir que no es parte del Grupo Empresarial Antioqueño, pues Manuel Santiago Mejía compró las acciones impidiendo que Gillinski comprara el diario antioqueño; en medio de esa pugna de intereses entre grupos financieros.
Este empresario, Manuel Santiago Mejía, fue el gerente de la hacienda La Carolina que pertenecía al expresidente Uribe, donde operaron los doce apóstoles en Yarumal. Mejía Correa representa la cara visible del GEA y puja por los intereses de estos empresarios que están conectados con el capital internacional, que no tienen cámara de comercio o una forma de rendir cuentas a la opinión pública por su movidas políticas, económicas y culturales.
Renuncia de Daniel Quintero: Los enredos del exalcalde | CAMBIO, minuto 32 hasta el 36:
https://www.youtube.com/watch?v=impbdFJCdnI&t=1690s
10) El Colombiano apuesta al “progreso” y margina a la población civil en la Agenda 2040
La agenda 2040 es impulsada por el periódico El Colombiano, donde se están adelantando obras de infraestructura que afectan a la población civil, porque mientras nos venden las obras como progreso, por ejemplo en el caso de la segunda pista del José María Córdova, donde llegaron Los Mesa de Bello a intimidar a la población y la institucionalidad sigue adelantando la obra sin licencia ambiental como lo manifestó la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales).
La vía al mar por el occidente antioqueño les ofrece un precio irrisorio a los campesinos, pero para el diario antioqueño es parte del desarrollo. Puerto Antioquia y Puerto Pisisí pasa como la vitrina del progreso, pero los campesinos que sufren desplazamiento forzado o están reclamando sus tierras no tienen eco en sus páginas.
Claramente esta agenda planeada por Aníbal Gaviria, amigo y cercano a Manuel Santiago Mejía, cara visible del GEA, es una apuesta donde ellos quieren proporcionar el cemento a través de Argos, llevar a sus contratistas como Conconcreto y donde seguramente no habrá cabida para las críticas, porque posiblemente puedan llegar sus aliados políticos en la próxima contienda electoral, pero habrá una chequera grande por medio de la institucionalidad financiando a este medio con pauta publicitaria.
