Habitantes de La Paralela padecen acoso psicológico y compensaciones irrisorias | por los derechos humanos

Habitantes de La Paralela padecen acoso psicológico y compensaciones irrisorias

Los habitantes de La Paralela ven como poco a poco le dicen adiós a su barrio por obra y gracia del «desarrollo» como consecuencia de El Metrocable El Picacho, y también padecen las habituales consecuencias de las intervenciones urbanísticas de la ciudad: malas compensaciones económicas, acoso psicológico por el ISVIMED, ruptura del tejido social y pérdida de su derecho fundamental a la vivienda para buscar asidero en cualquier lugar. La mentira de asentamiento en sitio con edificios que nunca se construirán (gracias al concejal Jesús Aníbal Echeverri y al precandidato a la Alcaldía, César Hernández).

Julieth Andrea Gómez y Jesús María Vásquez son vecinos del barrio La Paralela que tienen algo en común: el Metro de Medellín con la Alcaldía los quiere despojar de sus viviendas con una compensación irrisoria y con acoso psicológico por parte de ISVIMED.

Con el ultimátum de que deben abandonar su casa por la oferta de compraventa que no les alcanza para comprar ni dar la cuota inicial de una nueva vivienda. Para Julieth Gómez cerca de 70 millones de pesos, y si no acepta, pago catastral por 19 millones de pesos; en el caso de Jesús Vásquez 40 millones de pesos por cinco piezas.

«Nos convertimos en vecinos, somos vecinos afectados por el desarrollo. ¿Cómo es posible que la Lonja desconozca el parqueadero de mi propiedad? Diciendo que es una área transitoria. Si uno busca en las constructoras es una área movible, es decir, por la cual se puede transitar y circular. ¿Cómo pretenden que me lo lleve para la zona que me están despojando? No tienen en cuenta estudiantes que estamos estudiando por Presupuesto participativo o EPM, si nos vamos de nuestras comunidades perdemos el beneficio. Estos ladrones me están quitando mi futuro y mi vivienda, entonces ¿qué futuro y vivienda voy a tener si luego no tengo estudio?» inquirió Julieth en el concejo de Medellín.

Adicionalmente, se preguntó qué ojo técnico puede tener La Lonja Propiedad Raíz si solo toman fotos, no miden ni hacen verificaciones y creen que con eso hacen  las verificaciones de las casas. En ese sentido, cuestionó por qué a los vecinos que no tenían remodelaciones y con casas de mampostería, que no tenían ni columnas y por dedocracia pagan por metro2 a dos millones cuatrocientos mil pesos. ¿Qué pasó con esos estudios técnicos que pedimos en 2016? Dijeron que estaban en estudios de prefactibilidad para reasentamiento en sitio, y hoy están a punto de salir sin rumbo alguno…

Jesús María Vásquez, habitante de La Paralela, está enfermo, agotado y es una persona con discapacidad que tiene un grupo familiar compuesto por cinco personas.

«La situación es que tengo una vivienda que está conformada por cinco habitaciones. La sala, patio, cocina, baño, zona de acceso, segundo piso con posibilidad de construcción de dos pisos más. El ISVIMED mandó a  hacer el avalúo, y éste apenas fue de la mitad de la casa. Incluso, el documento dice que consta solo de dos habitaciones, apenas me ofrecieron 40 millones de pesos y desconocieron tres habitaciones» advirtió Vásquez. 

A su casa lo ha visitado un abogado, una trabajadora social y en las instalaciones de ISVIMED, Sandra Marín, le dijo que si no firmaba lo iban a desalojar, a lo que él respondió que por lo que le iban a ofrecer quedaría igual en la calle y no conseguiría absolutamente nada en Medellín.

A esto se suma la denuncia de la concejala Luz María Múnera, segén la cual, los actores armados le están dando contratos para que tumben las casas, mejores compensaciones económicas a quienes son cercanos a un concejal ligado a la administración y compensaciones económicas nefastas para los demás.

 Con este pedido concluye Jesús Vásquez: «La verdad esta situación me ha llevado a mucho agotamiento físico y psicológico. Yo al ISVIMED nunca le he exigido dinero, al menos que me cambie mi vivienda por una igual, no quiero dinero, yo quiero mi vivienda para irme a vivir con mi familia».

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