Pelea de serpientes por el botín de la Alcaldía de Medellín | por los derechos humanos

Pelea de serpientes por el botín de la Alcaldía de Medellín

Fecha: 17/02/2022

Por: Andrés Ríos

 

De un lado el uribismo recalcitrante que tanto mal le ha hecho no solo a Antioquia, sino a todo el país; del otro lado una cascabel pequeña, pero por eso no menos peligrosa, representada por Daniel Quintero.  Como escena principal la pelea por el botín de la Alcaldía que tiene más recursos después de la capital y como telón de fondo la campaña por la presidencia que tiene al uribismo, al que diga Uribe como él elegido de los otros matices (Centro Esperanza o Rodolfo Hernández) y a Petro por el otro lado.

Para la muestra de que no son gallos, ni tigres, sino más bien las mascotas, que luego rendirán tributo a quienes los financian: El Grupo Empresarial Antioqueño y Luis Carlos Sarmiento Ángulo que han sido más uribistas que Uribe porque han podido aumentar su riqueza por los contratos que le ha dado el Estado; algo similar que pretenden hacer los Gillinski al patrocinar a Gustavo Petro, crecer y ser una de las mayores fuerzas económicas patrocinadas por el flujo de caja árabe, es decir, entrar al juego de la construcción en viviendas VIS, en la construcción de carreteras, de peajes y toda la parafernalia estatal de la que solo se benefician los grupos económicos.

Con más mentiras que realidades, la opinión pública ha sido testiga de como Quintero difama a los revocadores, de cómo los revocadores, en su gran mayoría uribistas, difaman a Quintero con discurso incendiario también. Aquí no hay ideales, ni criterio, ni sentido humanitario de fondo: es plata. El sentido y el olfato económico que los empuja a seguir acumulando y nunca saciarse, sin interesarse por lo que le pasen a los ciudadanos, ¿y quién se la jugaría por un pueblo tan traicionerito como el colombiano?

Que el uribismo entró como grupo novedoso a las denominadas castas familias que siempre habían gobernado Colombia, eso es un hecho, como que también lo hizo a punta de violencia y dejando toda clase de hechos comprobables de corrupción en su gobierno, como seguramente los tendrá quien sea el próximo presidente, pues casualmente, he escuchado de versión de un colega como Petro incidió en la muerte de su madre cuando era jefe de operaciones en el M-19.

Es una realidad que está será la primera pulseada con miras a quien seguirá aumentando su capital económico, político y social a futuro, por eso es que los grandes medios, dependiendo del sector con el que jueguen, le han hecho eco a las verdades con mentiras de alguna de las dos partes.

Vamos olvidándonos del cambio porque lo que viene es un periodo de incertidumbre grande, en el que estas monarquías criollas harán lo que sea para no perder el poder, si lo llegan a perder, el mayor interrogante es si se negociará el tema de la redistribución de tierra que propone el candidato del Pacto Histórico, la pregunta sería ¿qué postura asumirían grandes terratenientes como Lafaurie?  O en ese tema tan complejo en Urabá donde están los Uribe, Aníbal Gaviria y otras castas locales cuestionables de por medio. Pero también es claro que nuestra cultura colombiana es bastante conservadora y a la final esto para ellos no va a ser nada más que un susto, porque terminarán votando por el que diga el señor de Salgar y puede que sigamos como siempre hemos estado.