Política de protección a moradores solo retórica: una moradora sin morada en el barrio San Luis | por los derechos humanos

Política de protección a moradores solo retórica: una moradora sin morada en el barrio San Luis

Compartimos el escrito y la denuncia realizada por la moradora, Juana Cardona, quien se ha visto afectada por el proceso de renovación urbana con el Tranvía de Ayacucho.

 

Completamente de acuerdo con la definición que tenemos de la “Retórica”  conjunto de reglas o principios que se refieren al arte de hablar o escribir de forma elegante, con el fin de convencer y persuadir, y hasta engañar, efectivamente esto fue lo que se vivió hoy en el Concejo de Medellín, donde la Universidad Nacional de Colombia presentó el informe de la política de protección a Moradores.

Remitiéndonos al Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, año 2014, hace ratico se viene escuchando el mismo discurso,  el artículo 573  del acuerdo 048 Plan de Ordenamiento Territorial describió  la política de Protección a Moradores y en ella citó  la corresponsabilidad con varias leyes, porque de eso si estamos muy bien, leyes y políticas para todo, pero solo en el papel, porque en la práctica se desconocen y se vulneran todos los derechos, se habla desde entonces de la búsqueda de la equidad entre las cargas y los beneficios, en la práctica, está muy clara la Carga «Entregue su casa, o se la tumbamos, lo expropiamos y no le pagamos lo justo». La inclusión a los Moradores, otro término que se adereza con estrategias y programas de gestión, solo retórica, porque jamás los pobladores estaremos compensados con las pérdidas económicas patrimoniales, y el arraigo a nuestros territorios, ni siquiera es claro el uso que le darán a ellos, bajo la denominación de planes de reordenamiento urbano acomodan los proyectos que beneficiaran a otros, no a los pobladores.

Del restablecimiento de las condiciones iniciales ni se diga, eso sí es discursivo, retórico, como no van a resultar desmejorados los pobladores si deben emigrar a otros sectores de la ciudad, si es que aun alcanzamos, donde la vida iniciará como de nuevo, el tejido social y las unidades productivas se tienen que acomodar a esas lógicas frías que desconocen el arraigo y sus  tenencias. Y finalmente el Derecho a la permanencia, la preferencia al reasentamiento, es la palabra mágica que engaña, seduce e involucra a los moradores, llenándolos de esperanza de un viaje sin regreso.

 

 

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