Rengifo, conviviendo entre chivos y pájaros en Belén y Altavista | por los derechos humanos

Rengifo, conviviendo entre chivos y pájaros en Belén y Altavista

Fecha: 10/06/2021

Por: Andrés Felipe Ríos Fernández

Julio Rengifo era un niño pupi7 que anduvo en el mercedes Benz de su padre, mirando por encima del hombro y poco le interesaba el mundo; solía andar en la burbuja de arrogancia de quienes creen tener todo solucionado económicamente y no le importaba lo que pasara a su alrededor, pero la vida le tenía preparada una enseñanza de choque, como le ocurrió cuando su padre sufrió Alzheimer. Perdieron toda la bonanza que los acompañó todos esos años y no supieron en dónde su padre dejó la riqueza; al perder la memoria.

La experiencia que marcó su vida transcurrió en Cocorná, Antioquia, haciendo una labor social con campesinos. El ejercicio del colegio consistía en ser “adoptado” como un hijo de una familia que trabaja con caña. Llevaba comida enlatada para no comer de lo que comían los demás, porque le daba asco en ese entonces, pero al darse cuenta que cuando vendían la caña, obtenían una ganancia casi nula por hacer todo el esfuerzo de producción, mientras que los que la comercializaban se llevaban toda la plata, despertó su conciencia.

Viendo cómo les tocaba vender por lo que les ofrecieran, sino se quedaban con la producción de  panela y aguantando necesidades para sus familias, le cambió la perspectiva del mundo. Entonces llegó a Medellín otra vez, pero con una mentalidad diferente que lo transformó para ayudar a los más vulnerables, aun viviendo en ese momento en la opulencia.

El 22 de julio de 2016 los combos de Los Chivos y Los Pájaros tenían planeado asesinar a Rengifo en su casa, en Belén Buenavista, sector cercano al corregimiento de Altavista. Pretendían acabar con su denunciante más acérrimo, aunque él, al ver el “visaje”8 de dos pelados muy sospechosos al frente de su casa, intuyó lo que le iba a pasar, se comunicó con las autoridades quienes le informaron sobre el plan que había en su contra y capturaron a los posibles homicidas, para que él, posteriormente saliera huyendo; la información del atentado quedó en las evidencias de los celulares de aquellos sujetos. Viéndose Rengifo obligado a dormir en hoteles por esos días.

Su historia con la comuna 16 (Belén) y el corregimiento de Altavista comenzó cuando llegó hace 35 años a Belén Buenavista, para trabajar con grupos juveniles, deportivos y recreativos, en un intento por evitar que los jóvenes se convirtieran en menos actores del conflicto, mediante espacios de participación, formación y cultura. Esto le trajo problemas de seguridad, con amenazas constantes por ser un “sapo” para estas estructuras criminales y lo que dio pie a su primer intento de homicidio.

Rengifo conoció, a los que ahora son cabecillas, desde niños; los conoció cuando jugaban fútbol y ahora, por el trabajo que ha realizado en toda la ciudad. Personajes como alias Chatán perteneciente a Los Chivos, o alias Hugo pájaro y Juancho pájaro. A partir del contacto cercano con ellos, pudo entender las dinámicas y las motivaciones de los actores armados en disputa por el territorio.

Al patriarca de los chivos, le decían así porque comía papel y tenía una chivera en el mentón, entonces empezaron a reconocerlos como la familia del chivo, aunque no todos en la familia de los Suazo eran delincuentes. Los integrantes de esta familia que optaron por la delincuencia, iniciando con las milicias populares, luego pasaron a los paracos y ahora operan como bandas delincuenciales. Al obtener poder y control territorial se convirtieron en un grupo independiente que funciona para beneficiarse y lucrarse, siendo una familia numerosa, que ya va por su quinta generación en la entrada del corregimiento de Altavista y Belén La Palma, cerca al sector conocido como El Calvario; al tener una trayectoria por todos los grupos armados, Rengifo los describe como “más falsos que una moneda de cuero”, porque dan la vuelta para donde más les convenga.

Los pájaros obtuvieron su apodo de manera similar. El patriarca de una familia, de 14 hermanos,  entre hombres y mujeres criados en una sola casa, ya se puede uno imaginar por qué les dicen así, por la cantidad de hijos que tuvo el padre, entonces evocaba al pájaro loco. Éste es el hijo de pájaro o la hija de pájaro, decían, por eso en la historia del barrio quedaron como los pájaros. Los hermanos mayores se empezaron a meter en vueltas, en delincuencia común, a coger poder, por eso asesinaron a sus hermanos mayores, pero quedaron Juancho pájaro, Hugo pájaro, Diego pájaro y Felipe pájaro. Son los que tienen el control territorial en barrios como Belén Zafra, Cantarranas, Sucre, Buenavista,  Las Brisas y Los Alpinos. Ahora muchos de sus hijos de la descendencia de estos cabecillas, continuaron  por este camino que ya llega a su quinta generación.

La situación socioeconómica paupérrima de estas familias, al crecer solo viendo drogas y armas, así como ver a sus familiares metidos en estos asuntos, hicieron que los niños crecieran viendo a la autoridad como enemigos, porque siempre, quienes los allanaba era la policía; esa ha sido la constante para ambas familias.

“Lo último que hace un actor armado es enfrentarse a la Fuerza Pública, pero a ellos no les da nada enfrentárseles. Anteriormente en un taller de prevención a menores por esta zona, les preguntábamos a los niños: ¿Qué quieren ser cuando grandes? Alias Chatán, de Los Chivos, respondía que quería matar policías, porque el chip que tienen estos niños es la violencia que han vivido. Ellos veían cómo se llevaban a sus familiares a la cárcel. Al ver solo violencia el niño la reproducía, así como dormir sobre sabanas y aguantar hambre, entonces ¿qué hace un muchacho de esos cuando crece? No tiene otra opción y crece viendo a la Policía como el enemigo número uno”, explicó el líder de Derechos Humanos, Julio Rengifo.

La rivalidad histórica que tienen Los Chivos y Los Pájaros es debido a las rencillas internas, porque muchos fueron amigos de infancia y estudiaron juntos en los colegios cercanos a estos barrios; e incluso también muchos son primos hermanos en segundo grado de consanguinidad. Pero solo porque alguno pertenece a Los Chivos o el otro a Los Pájaros, ha desencadenado una confrontación absurda que ya lleva más de 30 años.

Contradictoriamente, de ser ambas familias oprimidas y vulnerables, pasaron a convertirse en los victimarios de los territorios que controlan, porque cada banda maneja sus plazas de vicio, sus rutas con microtráfico enviciando principalmente a los jóvenes. La extorsión a los comerciantes es frecuente y muy alta, a una carnicería le cobraron cinco millones al mes por ejemplo, ni los tenderos,  ni las viviendas se salvaron de pagar la vacuna “ambiental” de dos mil pesos, siendo la más baja; al transporte informal llamados chiveros, al pasar por los dos sectores, son vacunados por ambas estructuras delincuenciales, y si no, corren el riesgo de ser asesinados como ocurrió con dos conductores en diciembre de 2018. Las ladrilleras y las empresas grandes que residen en la zona, tampoco se escapan de la extorsión.

Las rutas de buses de Cotrabel 172 y 178 deben pagar por cada uno de los 40 buses a cada banda por separado, así como el administrador de cada terminal, lo que ha provocado varios paros en las rutas de transporte. También la estación de gasolina paga vacuna. Además de tener la venta “formal” ilegal, imponiendo la canasta familiar a un precio excesivo, superando casi el doble del precio, como pasa con las arepas, los huevos, la panela y hasta el gas; obligando a los comerciantes a comprarles sus productos, siendo una comunidad de estratos socioeconómicos bajos. Un paquete de arepas que vale 1.000, lo pagan a 1.500 o una pipeta de gas que vale 45.000, la compran en 65.000. Paradójicamente, tienen el acuerdo conveniente de no pisarse las mangueras, distribuyéndose los lugares para que cada uno tenga su control territorial y pueda cobrar donde le corresponde.

¿Pero y cómo hace Julio Rengifo para obtener más información sobre todos estos hechos, incluso con mayor diligencia y profundidad que las mismas autoridades? Es lo que muchos se preguntan.

“Así como la policía tiene informantes, uno también tiene fans que le cuentan lo que hacen cada una de estas estructuras o personas que son muy cercanos a ellos y que le informan a uno todo lo que pasa. Me llaman y me dicen, Julio, mirá que tienen a este pelado allí y le va a pasar esto, me ha llegado el cuento de que ahora a las tres de la tarde van a matar a fulanito. Muchas veces me ha pasado; advierto a las autoridades o a su entorno cercano, para que se evite una muerte.Hay otras ocasiones, en que ya no hay nada por hacer”, cuenta Rengifo.

Su activismo siempre ha estado muy allegado a la institucionalidad, a la policía y al ejército, aunque también les lanza críticas fuertes reconociendo que hay una corrupción enorme en estos entes como en la Fiscalía, con el tema de las recompensas a los informantes que ayudan a capturar a los delincuentes, porque los testigos no reciben el dinero prometido; también asevera que aún las autoridades pueden tener nexos con el paramilitarismo, aunque aclara que no se puede generalizar.

Considera que debe tener cercanía y rodearse de la institucionalidad, porque para él, no tiene sentido decir que no necesita nada de nadie, ni del gobierno. Aunque esto sea impensado para algunas personas que trabajen con derechos humanos, que cuestionan esto, como él lo manifiesta, para él es normal que haya defensores de derechos humanos que no sean de izquierda. Su papel lo ejerce en relacionándose con las autoridades, aunque en ocasiones con su respectiva distancia.

Pero no todo es un idilio, la carga que implica asumir un liderazgo, lleva a situaciones adversas, como le pasó en algún momento con todos los líderes en Buenavista, con el programa PARCE del Instituto Mi Río; cuando él era promotor para que los jóvenes que hacían parte de los combos, pasaran de manejar armas a buscar que los pelados limpiaran las quebradas. Desde Belén Zafra hasta la Perla, había 10 combos en ese entonces y recuerda cómo bajaban a los jóvenes de los buses para asesinarlos.

“Por hacer esta labor me gané la imagen de que yo era el súper jefe de los combos, me tocó reunir a todos los líderes con el inspector y un fiscal porque me decían que robaba o que era un violador de niños; siempre habrá comentarios que quieren dañar la imagen de cualquier líder social”, asegura Julio Rengifo.

El reclutamiento de menores ha sido la tendencia en Belén y Altavista, donde se ve cómo preparan a los menores para que sean los futuros sicarios y delincuentes de esta zona, como también lo ha evidenciado con otros barrios de la comuna 16, como son los combos de Las Violetas, Los Joaquinillos, Las Mulas, la banda de La Capilla, Las AGC, los de Aguas Frías, los de San Bernardo, hasta llegar a Los Chivos y los Pájaros.

“En materia de desplazamiento forzado intraurbano, estos dos barrios también padecen una seria afectación. Solo de la centralidad de Altavista han sido expulsadas 184 familias entre 2018 y 2019, 37 durante el 2018, los restantes 147 ocurrieron durante el 2019, es decir que en la centralidad de Altavista se quintuplicó, en el periodo en cuestión, el número de desplazamientos intraurbanos”, como registra la alerta temprana9 N 032 de 2020 de la Defensoría del Pueblo.

Cuando Federico Gutiérrez era el alcalde de Medellín, llamó a Rengifo a su celular personal para que no hiciera público el secuestro de un comerciante, para evitar un escándalo en la opinión pública, mientras ellos pudiesen intentar controlar esta situación mediante el operativo, con el objetivo de recuperar la libertad, de esta persona, de manera desapercibida ante la ciudadanía.

“Esto ha pasado con muchos gobernantes y autoridades de alto nivel, que piden que no se divulguen muchos hechos graves que afectan la ciudad, para evitar una imagen negativa de Medellín, que muchas veces incómoda a los gobernantes», afirma Rengifo.

Pues Belén es otra ciudad dentro de la urbe, aunque al igual que Medellín, ofrece contrastes similares: los mejores escenarios recreativos y deportivos de la ciudad, con la desigualdad de pobreza extrema de sus habitantes en la periferia; empresas, centros comerciales y sectores de clase media alta y al mismo tiempo es una de las comunas más violentas de la ciudad. Según el Sistema de Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Medellín, Belén tuvo 41 homicidios en 2018 y 52 en 2019; mientras que Altavista 44 en el 2018 y 26 en 2019.

 

“Lo ideal sería que en esta ciudad no pasara nada, pero desafortunadamente pasan muchas cosas. Medellín es de polos opuestos, se hacen cosas muy buenas, mientras que los delincuentes hacen lo contrario. En su desarrollo y progreso somos los primeros, pero en la parte negativa también sobresalimos porque en todas las estadísticas ocupamos el primer lugar”, manifiesta el líder.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, son más de 140 Grupos Armados de Crimen Organizado de diferente nivel que continúan realizando actividades ilícitas en el Valle de Aburrá y generando tanto riesgos como afectaciones directas a los derechos a la vida. Por otra parte, el Nodo Antioquia de Derechos Humanos, asegura que son cerca de 350 estructuras criminales, casi que habitarían aproximadamente dos por barrio, partiendo de que son 249 los barrios en la ciudad.

Todas esas oficinas de cobro que fomentó el Cartel de Medellín tuvieron como consecuencia que la ciudad fuera reconocida en 1991 como la ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 382 homicidios por cada cien mil habitantes; contrastando con la Medellín innovadora que es el referente de desarrollo en el país.

“Medellín, el Valle de Aburrá y los paisas o medellinenses, marcamos una identidad cultural hacia el país con la forma de ser: somos muy amigables y queridos con la gente, por el empuje, la verraquera  y eso de que queremos salir siempre adelante. Tenemos un sentido de pertenencia muy marcado por nuestra región y especialmente por nuestra ciudad, aunque desafortunadamente también está en nuestro ADN el tema del conflicto”, así describe Rengifo la idiosincrasia propia.

Dentro del entramado de este conflicto en el plano local, trasciende al resto del Valle de Aburrá, pasando por lo regional y hasta lo nacional, porque Los Pájaros establecieron nexos con Los Pesebreros, estructura de la cual tienen su descendencia en el mundo criminal, y con la Oficina de Envigado; teniendo en la actualidad nexos con  la Alianza del Norte, disidencia de la Oficina de esta estructura, que contiene a Los Mesa, a Los Pachelly de Bello y a Los Chata; y por otra parte está la Oficina de Envigado donde están Los Triana, La Terraza y las AGC, con la cual se vincularon Los Chivos. Siendo el corregimiento de Altavista un corredor estratégico para movilizar el narcotráfico por San Javier y San Antonio de Prado para salir al Caribe.

En este trasegar de denunciar lo que ocurre en estos sectores, Rengifo ha develado casos que parecen de ficción, por lo insólitos y particulares; por ejemplo, la estructura criminal de Los pájaros tenía dos bebés reptiles, eran cocodrilos pequeños, los estaban cuidando y alimentando; en Zafra, siendo este un lugar urbano y los estaban alimentando con zarigüeyas, por lo que se sospecha que de pronto podrían desaparecer personas en las entrañas de estos animales.

También cuenta que en Belén Zafra hubo una casa de tortura, donde esta estructura criminal descuartizaban a la gente, incluso tenían perros pitbull torturando a sus víctimas. En Altavista, Los Chivos desaparecían personas en los hornos de los tejares, aparte de que en este 2020 se han encontrado fosas con jóvenes adolescentes, mujeres y personas que se encontraban desaparecidos.

Haberse metido con Las AGC, con las Mulas en la Capilla, con los Joaquinillos y con los de la cancha en el Rincón también le pasaron factura; amenazas continuas, por eso anda con esquema de seguridad y una camioneta de la Unidad Nacional de Protección. La intimidación más reciente ocurrió por hacer presión para que se sepa qué ocurrió con el joven Miguel Ángel Castellanos, de 16 años, a quien los Gaitanistas lo torturaron, lo asesinaron y lo tiraron al río Medellín, tras cruzar una frontera invisible en barrio Bolsa en Belén Rincón.

“Muchas autoridades policiales y militares, conviven o hacen parte de la estructuras criminales en la ciudad, no se puede generalizar, pero hacen parte y le ayudan a esta gente las autoridades”, cuenta Rengifo. Como ocurrió con el capitán Rojas y otros 22 policías que tenían presuntos nexos con las estructuras criminales de la comuna 16. En algún momento le pasó que creyó en las autoridades, confiando situaciones graves de lo que pasa en Belén, y resulta que estos estaban infiltrados en la institucionalidad por estos actores armados.

Aún y con todo esto, dice que no pretende ser un mártir del país, que a veces baja la guardia y que de algún modo quisiera alejarse de esto por motivos de seguridad o a veces por la misma ingratitud de la gente, pero le entra otra llamada y puede ser un joven, una mujer o un adulto mayor pidiéndole que intervenga por ellos, porque las autoridades no los atienden, y quien los atiende es él, que para algunos puede tener algún interés particular, para otros puede ser que obra por su sensibilidad o porque en ello encontró su sentido a la existencia. Aunque lo cierto, es  que quien se sigue exponiendo,  para bien o para mal, es él.

 

7) Significado de Pupi: gomelo, engreído. Ver: https://hispanofilias.com/palabra/pupi/

8) Significado de Visaje: gesto exagerado en el rostro. Ver: https://dle.rae.es/visaje

9) Alerta temprana N 032 de 2020 de la Defensoría del Pueblo: http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2020/10/AT-N%C2%B0-032-20-ANT-Medell%C3%ADn.pdf