Ruta Pacífica lanza alerta por situación de mujeres en Antioquia
Fecha: 16/10/2021
Por: Andrés Ríos
En algo coinciden las tres expositoras de la Ruta Pacífica de las Mujeres, es que a la mujer rural no se la ha dado el rol protagónico en la sociedad, que hasta sus parejas establecen una barrera para que no se eduquen y que el Estado no ha cumplido su labor para favorecer su proceso de formación. En sus recorridos por veredas de Ituango, Anorí o el Bajo Cauca las mujeres les decían que no sabían que tenían derechos.
“En Ituango en el último año hubo un desplazamiento de más de 4 mil personas de 28 veredas. El 50 o 70% eran mujeres, fue muy doloroso porque ocurrió esto y al mismo tiempo hubo ola invernal. Las mujeres duraron como 10 días tiradas y tenía un sentimiento de impotencia porque ni sabía qué hacer ante tanta población con sus necesidades”, cuenta Gloria Misas, de la Asociación de Mujeres Ideales de Ituango.
Por su parte, Teresa Aristizábal, feminista fundadora de la Ruta Pacífica de Las Mujeres cuenta que Medellín y Antioquia pese a los avances que ha tenido como ser el primer municipio con contar con Secretaría de las Mujeres aún falta demasiado trecho por recorrer.
“Desde el año 2001, la ley se queda en una incidencia (normatividad que habla sobre la violencia contra la mujer). Las mujeres deben tener un reconocimiento y no solo del trabajo doméstico, sino en la parte productiva del país”, asegura Aristizábal. Por eso convocaron a las mujeres del norte para mostrar sus productos en Yarumal.
Yuli Galeano, integrante de AMMUAN (Asociación de Mujeres Anoriseñas) cuenta que esta organización surge como una apuesta de resistencia ante la violencia, mujeres que visibilizan las realidades de las mujeres, así como para tener un espacio de encuentro donde puedan compartir todo lo que tuvieron que vivir. Cuando vivir en Anorí era muy complejo con 4 y 5 homicidios por día.
Sobre la exclusión de la participación de las mujeres en los espacios, Galeano advierte que en el nordeste antioqueño hay muchas asociaciones ganaderas que solo tienen hombres y no reconocen a las mujeres ganaderas.
“Cuando hay distribución de presupuesto hay para ganadería o para lo que muestre etiqueta, pero no hay para la campaña o las situaciones que viven las mujeres. La mujer que conoce sus derechos tiene otro rol en su hogar”, afirma Yuli Galeano.
Estas tres mujeres aseguran que es muy diferente lo que se piensa en la ciudad de la ruralidad a lo que realmente ocurre en estos territorios donde lo que principalmente pide esta población, se resume en mayor educación.
“Las asociaciones de mujeres en los municipios trabajamos solas, no tenemos apoyo de la institucionalidad. Nosotras como AMII en Ituango hicimos el diagnóstico y establecemos las rutas, le da a uno impotencia que no nos reconozcan nuestro trabajo. Es complejo entrar a las veredas, lo hacemos porque nos gusta, pero sería más fácil si la institucionalidad reconociera nuestra labor en los municipios. Cuando se monta lo que pedimos, casualmente ya sí no aparecemos para la institucionalidad, ni si quiera tenemos una sede ni donde realizar nuestro trabajo”, concluye Gloria Misas sobre la falta de apoyo para estas redes de mujeres.
La sabiduría del hogar, del cuidado y del campo es un conocimiento muy valioso que estas mujeres rurales tienen, que posiblemente no puedan tener los estudios académicos y no sepan sobre esto, pero seguro saben más sobre lo primero, más que cualquiera de nosotros, advierten estas lideresas.