Población con discapacidad sin doliente ni padrino en Medellín | por los derechos humanos

Población con discapacidad sin doliente ni padrino en Medellín

Lo que pasa con la población con discapacidad en Medellín -lo que debe ser una réplica en el resto del país- es que no tiene a quien le duela, ni quien la represente y muchos menos un compromiso real de las autoridades locales para atenderla.

La inversión social de esta Alcaldía ha sido mucho menor que la de otros alcaldes, inclusive, en algunas líneas ha bajado hasta en un 50%.  En el año 2012 la Administración Municipal invirtió 1.333 millones  y en 2016 pasó a 310 millones, según el derecho de petición que respondió el municipio a Magda Susana Román, cuidadora de un hijo con discapacidad visual y representante de la asociación Madres Abriendo Puertas.

“Acá es donde hacemos frente y decimos que salimos de la parte asistencialista pero ¿dónde está el empleo y los programas?”, se cuestionó Román, frente al tema de subsidios económicos a esta población.

A esto se suma la lentitud en el proceso de caracterización, que según la secretaría de salud, del 2014 al 2017 se avanzó del 50% al 59%, solo un 9%. Algunas cuestionadas porque simplemente se hacen telefónicamente, teniendo en cuenta que se debe conocer las condiciones socioeconómicas y quién es el cuidador de la persona. Ni hablar si tiene algún tipo de discapacidad cognitiva.

La cifra de la población con discapacidad vinculada laboralmente al municipio habla por sí sola, de 5.230 servidores públicos hay 28 personas de esta población: 17 personas con discapacidad física; dos personas con discapacidad auditiva; 5 personas con discapacidad auditiva (hipoacusia); dos invidentes; una con baja visión; y una con discapacidad cognitiva. En el sector privado solo hay 14.

Jader Ramírez, líder de talla baja, condensa los malestares de esta comunidad: “No es posible que hagan una introducción y vengan con cuestos filosóficos y no den respuestas puntuales al tema que todos conocen. No solo se contrató con la Universidad de Antioquia hace cinco o seis años y que nos den una cifra estimada sobre las personas registradas. 2010 y 2018 es el plan de discapacidad, ya se va a terminar y ¿queremos saber qué ha pasado con los programas y proyectos del plan? Porque la política pública se materializa mediante el plan, ejemplo, 28 personas con discapacidad en la Alcaldía eso no alcanza ni el 1%. De una Administración que dice derecho al trabajo y que tiene en una de sus líneas el tour de la inclusión”.

Incluso, plantean que dos compañeros con discapacidad que tienen maestría hacían parte de la Secretaría de Inclusión y fueron despedidos porque un líder le hablaba al oído al secretario Luis Bernardo Vélez.

Miles de millones se invertirán en rutas camineras, en bicicletas, pero para esta población poco y nada. Cuentan con la política pública que como en el caso de los menores y de los adultos mayores quedará guardada en los anaqueles del olvido, porque hasta los líderes siguen pagando taxi para movilizarse, y no porque lo quieran, sino porque no hay un transporte accesible.

El Centro Integrado de discapacidad merece un capítulo aparte ya que se pretende construir un sitio donde reúnan a todas las poblaciones con enfoque diferencial, es decir: LGBTI, adultos mayores, menores, discapacidad, entre otros. Esto abre el debate sobre si es pertinente unir a todas estas comunidades que requieren un tratamiento diferente.

Actualmente, el centro de discapacidad tiene cerca de 160 personas con discapacidad cognitiva teniendo la capacidad de albergar aproximadamente a 700. Agregándole, que las personas de extra edad, es decir, que son mayores de edad y los cobija el acuerdo 086 de 2009 les da la posibilidad de tener inclusión educativa, aunque hoy estén por fuera.

La comisión accidental que lideró la concejala del Polo Democrático, Luz María Múnera, que se celebró el 15 de mayo de 2017 se levantó porque tanto la comunidad como la corporada no recibieron la información planteada frente a líneas base de los proyectos, ni indicadores ni respuestas concretas frente a las problemáticas que afronta esta población, pese a que es la tercera comisión que se realiza. Quizás sigan esperando como lo dice la lideresa Wendy Gaviria de talla baja: “la discapacidad para lo último y para lo último porque pareciera que es lo menos importante”. Algo que no solo se le debe achacar a esta administración porque ha sucedido históricamente, pero al paso que va, el último que cierre…

 

 

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